En muchas regiones europeas la gestión de los residuos sigue siendo un problema importante y solo son pocas las plantas de biogás que utilizan los residuos orgánicos para la producción de biogás. Son insuficientes las prácticas de gestión de residuos sobre todo en zonas urbanas. Muchos países todavía vierten grandes cantidades de Residuos Sólidos Urbanos (RSU) en vertederos, en vez de usarlos como una fuente de energía y nutrientes. El uso energético simultáneo de los residuos orgánicos, como de los RSU y los restos de comida, y la creación de un ciclo de nutrientes cerrado es una de las principales ventajas de la digestión anaerobia (DA), con las plantas de biogás, ya que los materiales de desecho se convierten en materiales “deseables”, en materia prima.

Por otra parte, los países europeos tienen que cumplir con la Directiva 1999/31/CE relativa al vertido de residuos y la Directiva 2006/12/CE relativa a los residuos, donde indica que hay que reducir los vertidos de materia biodegradable de los RSU en un 35% dentro de los próximos cinco a diez años. También tienen que cumplir la Directiva 2009/28/CE relativa al fomento del uso de energía procedente de fuentes renovables.

La producción de biogás a partir de los residuos tiene un gran potencial para contribuir a los objetivos europeos de las directivas mencionadas anteriormente. Además mejora la calidad del biometano y la inyección en la red de distribución de gas natural, es una oportunidad para el uso eficiente de energías renovables en zonas de dominio urbano. Esta conversión Residuo-Biometano (Waste-to-Biomethane – WtB) está promovido por el proyecto UrbanBiogas.